Resumen generado por ChatGPT
Alejandro Magno es conocido como uno de los militares más brillantes de la historia, pero ¿cómo financió su campaña? Su padre, Filipo II de Macedonia, había consolidado un estado con numerosas minas de oro y plata que proporcionaban un flujo constante de ingresos. Sin embargo, esto no era suficiente para financiar sus futuras campañas en Asia. Así que, antes del nacimiento de Alejandro, ocupó Anfipolis y sus minas de oro del monte Pangeo, que se convirtieron en la principal fuente de financiación para sus posteriores campañas. Además, conquistó las minas de oro de Tracia, que le proporcionaban 26 toneladas de oro al año, con las que empezó a acuñar monedas llamadas Filipeos que se convirtieron en la moneda de referencia en el mundo griego. Sin embargo, esto no era suficiente para financiar su ambición.
Alejando Magno es conocido como uno de los militares más brillantes de la historia, pero para alguien con inquietudes en historia económica le surge la pregunta, ¿Cómo financió tal campaña?
Su padre, Filipo II de Macedonia, consolidó un estado organizado con numerosas minas de oro y plata que generaban un flujo constante para acuñar monedas. Sabía que para financiar sus futuras campañas en Asia, tal como aspiraba, necesitaba conquistar territorios que le proporcionaran ingresos suficientes. En el 357 a. C., antes del nacimiento de Alejandro, ocupó Anfipolis, y con ello las minas de oro del monte Pangeo. Estas minas fueron la principal fuente de financiación de posteriores campañas, aunque no era suficiente para su ambición.
Conquistó también las minas de oro de Tracia, que le proporcionaban 26 toneladas de oro al año, con las que empezó a acuñar monedas, llamadas Filipeos, que se convirtieron en la moneda de referencia en el mundo griego.

El rey macedonio no escatimaba en gastos militares, incorporando las mejores tecnologías de la época, como catapultas, torres de ataque o ballestas. Eso le permitió conquistar una ciudad tras otra, pero financieramente no era muy sostenible.
Atendiendo a los historiadores Curcio y Arriano, Alejandro heredó de su padre la corona y bastantes deudas. Según Arriano, Alejandro solo encontró 60 talentos en las arcas reales, y las deudas subían de 500 a 800 talentos.
Un talento equivalía a 6.000 dracmas, y 1 dracma equivalía al sueldo de diario de una persona de baja calificación, equivalente de 10€ a 20€ actuales. Eso significa que con 60 talentos (de 5 a 10 millones de euros actuales) podía pagar 1.000 personas durante 1 año, pero cuando empezó su campaña disponía de un mínimo 35.000 hombres, por lo que hubiera necesitado 2.000 talentos, por lo menos.
Está claro que algo no cuadra. ¿Tenía otras fuentes de ingresos desconocidas? Todas las fuentes indican que no. Plutarco, citando a Filarco, menciona que cuando empezó la campaña contaba con 60 talentos y comida para 30 días. Otras fuentes señalan otras cifras, pero total e igualmente insuficientes.
A todas luces, el macedonio se lanzó a la conquista del mayor y más rico reino del momento empujado por la necesidad más que por la sed de venganza por los históricos ataques de los persas. Toda una patada hacia adelante para sostener financieramente su reino. Y le salió bien.
A medida que fue conquistando satrapías del imperio persa, añadió nuevas fuentes de ingresos, procurando que la estructura administrativa del estado se mantuviera y funcionara adecuadamente. Así mismo disponía de prospectores encargados de buscar cualquier indicio de nuevas minas de oro.
Lo que empezó siendo una carrera hacia adelante para mantener la tan necesitada entrada de ingresos, se convirtió en la mayor conquista jamás realizada hasta la época.
Cuando finalmente derrotó a Darío III y se apoderó de todos sus tesoros, no solo consiguió el oro de Persia, sino todo el oro que habían acumulado los reinos de Mesopotamia. ¡El oro de 3.000 años!

Se calcula que el tesoro equivalía a más de 5.000 toneladas de plata. Solo el trono de la tienda de rey valía 3.000 talentos (500 millones de euros).
Este tomó el oro y empezó a repartirlo entre los griegos. Es, quizás, la más abrupta disminución del coeficiente de Gini de la historia.
Los griegos recibieron tal cantidad de riqueza que generaron el primer episodio de inflación registrado. Los salarios, los precios y el coste de la vida se cuadruplicó.
A pesar de las riquezas recibidas, o quizás precisamente debido a eso, la mayoría de los soldados macedonios acabaron endeudados hasta las cejas debido a su excesiva prolijidad de gastos. Tanto es así que, en las bodas de Susa, Alejandro decide pagar todas las deudas de sus soldados, haciendo un rescate a los manirrotos, mientras que a los que no se habían endeudado, no recibieron nada. Antígono el Tuerto intentó simular que tenía deudas para cobrar su parte, pero fue descubierto y degradado, aunque posteriormente Alejandro le perdonó.
Se especula que la razón de hacer el rescate era que pretendía licenciar gran parte del ejército, y ante la tesitura de encontrarse endeudados y sin más botines a la vista, podrían revelarse. Aun así, se revelaron igual.
Quizás Alejandro no paró sus conquistas, no porque no quisiera, sino que no podía. Estaba montado en un tigre, en una “burbuja” militar que no pudo parar.
Incluso después de su muerte, sus sucesores, los Diádocos, se enzarzaron en interminables guerras, lo que acabaría llevando a ignorar “los nubarrones que se cernían desde el oeste”.
Fuentes:
https://www.miningreece.com/mining-greece/mining-history/the-goldmines-of-alexander-the-great/